ATRÉVETE INTIMY SHOP: BRAGUITAS VIBRADORAS, MUY SENSUALES...

"Lo habían pensado para esa noche. Una larga preparación que hiciera crecer el deseo y la pasión, esperando el encuentro. Los dos iban a trabajar por la mañana. Ella se había puesto un sujetador de encaje negro que le realzaba los pechos y los insinuaba por debajo de la blusa, con aquel botón audazmente desabrochado. Exponía su canalillo; le gustaba hacerlo. La excitaba que la miraran.Y eso estaba haciendo ahora él, sentado en la cama, imaginando todo el placer que ella acumularía en secreto durante el día. La contemplaba con deseo contenido mientras ella teminaba de ajustarse su braguita vibradora y sujetaba el mando a distancia para guardarlo en el bolsillo de su falda. Ya había imaginado aquel día de placer continuo, dentro de su mundo interior y alejada del tráfico de la ciudad, de su oficina, de su jefe... Empezaría a gastar la pila del juguete en el autobús. Le gustaba sentir aquel cosquilleo intenso sobre su clítoris mientras decenas de personas ajenas a su secreto, y con la típica cara de enfado matinal, no entendían la sonrisa y la relajación de su gesto. Ya en su mesa de la oficina se permitiría subir la intensidad de la vibración hasta el punto de que sus piernas se separaran un poco más, su respiración apareciera levemente agitada, no mucho para evitar sospechas, y que sus pezones se marcaran en la tela de la blusa con la excusa del aire acondicionado. Ella disfrutaría por partida triple. Iba a gozar; sabía que su compañero de despacho cada vez que levantaba la vista era para mirarla, y eso la ayudaría a seguir pensando sus fantasías nocturnas. En el autobús de regreso sólo pensaría en el encuentro. Llegaría húmeda y a punto para sentir las caricias de su amante sobre su cuerpo ansioso, mientras la mariposa seguiría vibrando, cada vez con mayor intensidad, para llevarla al orgasmo más prolongado y explosivo posible. Seguramente hoy sería un gran día..."