Noticia de El Mundo.es del 28/08/2013
[...] Según varios estudios, se ha visto que la mujer sufre una serie de cambios físicos y hormonales que hacen mella en su deseo sexual y, por ende, en las relaciones sexuales de la pareja, pero ¿qué pasa con los hombres? En ellos también hay un cambio importante, que tiene más que ver con las circunstancias sociales. "Hay factores comunes que afectan por igual a los dos miembros, pero la mujer está muy mediatizada sobre todo por los cambios hormonales, mientras que en el hombre los factores psicológicos y sociales son más determinantes", asegura a ELMUNDO.es el sexólogo Héctor Galván, del Instituto Madrid de Sexología.
[...] Según varios estudios, se ha visto que la mujer sufre una serie de cambios físicos y hormonales que hacen mella en su deseo sexual y, por ende, en las relaciones sexuales de la pareja, pero ¿qué pasa con los hombres? En ellos también hay un cambio importante, que tiene más que ver con las circunstancias sociales. "Hay factores comunes que afectan por igual a los dos miembros, pero la mujer está muy mediatizada sobre todo por los cambios hormonales, mientras que en el hombre los factores psicológicos y sociales son más determinantes", asegura a ELMUNDO.es el sexólogo Héctor Galván, del Instituto Madrid de Sexología.
El hombre se encuentra en una situación respecto a su pareja
que le desorienta. Le cuesta comprender, explica este experto, por qué a su
mujer un día le apetecen bastante las relaciones sexuales y a los dos días es
rechazado rotundamente. "No sabe a ciencia cierta qué rol debe tener en el
nuevo triángulo que se ha formado, y cómo encajar el rol de compañero sexual
con el de pareja y padre". [...]
El hombre, comenta Galván, tiene dudas sobre si es adecuado
física o éticamente tener relaciones sexuales poco tiempo después tras el parto
(por supuesto debemos aclarar que no hay absolutamente ninguna contraindicación
para mantenerlas pasada la cuarentena). "Su conducta es dubitativa,
prefiere ceder la iniciativa sexual a su pareja para no contrariarla ni
sentirse impositivo, lo que paradójicamente a la mujer le hace sentirse no
deseada por él", expone.
La sintonía de la pareja
El estrés, los nuevos horarios y organización hacen
disminuir la frecuencia en las relaciones en los nuevos papás. "El
cansancio que provoca la cantidad ingente de nuevas tareas inhibe el deseo
sexual (también en los hombres, es un mito el que éste siempre tenga deseo
sexual). Y siempre decimos en sexología que el deseo tiene inercias: cuantas
menos relaciones sexuales hay, menos deseo se va teniendo", asegura
Galván. Por eso, insiste, es muy importante que estas parejas se tomen su
sexualidad como una prioridad y vaya retomando las relaciones de forma
paulatina.
En la etapa postparto, mantiene Rosa Collado, psicóloga y
especialista en sexología y psicoterapia integradora del centro madrileño de
Psicología Álava Reyes de Madrid, hay que respetar el periodo de cuarentena
para que el cuerpo femenino y el suelo pélvico de la mujer se recuperen con
normalidad, por lo que el sexo con penetración se desaconseja. Tras este
periodo las relaciones cambian modificándose la frecuencia y el lugar. "La
intimidad es algo importante para la pareja y hay personas a las que les
incomoda tener el bebé al lado durante las relaciones sexuales o les hace
perder la atención en el propio placer, estando más sensibles a cualquier
pequeño movimiento del niño que al juego sexual o la relación con su
pareja", comenta.
Ésta es una etapa más que hay que afrontar en sintonía con
la pareja, de lo contrario, "puede hacerse muy larga y convertirse en una
situación frustrante que elimina algunos de los placeres de la vida -en este
caso el sexo-", asegura Collado.
Hay que aceptar, insiste esta especialista, la especial
relación de la madre con el bebé y hablar de lo que supone para el hombre y
poder así manejar sus sentimientos de exclusión con naturalidad para que no
impida que él pueda desarrollar su paternidad. "La mujer debe permitir ese
lugar, y madurar juntos en este nuevo papel. El hombre que asume su paternidad,
acompañará a la mujer en su adaptación física y psicológica, favoreciendo el
amor entre los dos y aumentando su propia complicidad. Poco a poco, la
situación volverá a la normalidad". Eso sí, "es esencial seguir
manteniendo vivo el factor sorpresa", mantiene Collado.


Recomendaciones prácticas
- Permítanse cierta ralentización en su vida sexual, pero no dejen que se inmovilice. Márquense como una prioridad seguir manteniendo relaciones sexuales. Las primeras semanas, por ejemplo, que sean relaciones sexuales 'menores', no todas tienen que culminar en la penetración.
- El objetivo en esta primera fase debe ser disfrutar juntos, no el desempeño sexual.
- Establezcan las dos reglas de la iniciativa sexual: cualquiera de los dos tiene el permiso de expresar su deseo sexual en cualquier lugar y momento y cualquiera puede contestar que en ese momento no desea tener relaciones (es importante aclarar que no es que no se desee al otro, es que no se desea en ese momento).
- Mantengan la sexualidad menor: díganse piropos, acaríciense, dúchense juntos...
- Hablen mucho de todo, pero también de su vida sexual.
- Es muy importante mantener el sentido del humor y la afectividad.
- Divertirse, seducir al otro, elogiar sus dotes, hablarle de qué le hará cuándo el niño duerma. Y cuando haya menos tiempo, practicar sexo rápido o cualquier práctica sexual que continúe estimulando el factor sorpresa.
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