miércoles, 20 de noviembre de 2013

La banda sonora del sexo: cómo las canciones pueden excitarte

Noticia de El País del 19/11/2013

La música es un potente afrodisíaco que aumenta nuestras revoluciones y nos prepara para el sexo. ¿Existe una 'playlist' infalible para no fallar en la cama?

[...] El año pasado Spotify hizo un estudio que encargó al psicólogo musical Daniel Müllensiefen, titulado Science Behind the Song, y que tenía como objetivo investigar el importante papel de la música en el sexo y el enamoramiento. De él salieron algunos datos reveladores como el que decía que el 40% de los participantes –2.000 personas– encontraban la música más excitante que el tacto en la relación sexual; otro que apuntaba que la melodía estimula las mismas zonas de placer en el cerebro que el sexo o la comida; y un tercero, que clasificaba a las voces roncas y ásperas como las más excitantes. Spotify quería saber también los gustos de sus oyentes  y elaborar una playlist con los temas más libidinosos. Dirty Dancing resultó ser la banda sonora más votada para hacer el amor, mientras la canción Sexual Healing, de Marvin Gaye, fue la preferida para entrar en ambiente. Si se les diera a elegir a algunos entre escuchar música y echar un polvo, muchos optarían por lo primero, y en la clasificación de 'Canciones mejores que el sexo' se encuentran respectivamente: Bohemian Rhapsody, de Queen; Sex On Fire, de Kings of Leon; Angels, de Robin Williams; Bat Out Of Hells, de Meat Loaf y Living On A Prayer, de Bon Jovi. 

Música y sexo han formado siempre una buena pareja, hasta el punto de que algunas melodías, se han basado, única y exclusivamente, en los sonidos del amor. Je t’aime moi non plus, de Serge Gainsbourg y Jane Birkin, es considerada por muchos como la canción más erótica de la historia [...] Aunque también hay que hablar de Prince, un músico muy sexual. De hecho, una de sus canciones, Orgasm, es puro sexo y gemidos en directo”. [...]
                                              dirty dancing
Pareciera que el sexo exige siempre una banda sonora y, si no hay música a nuestro alcance, los susurros, jadeos y suspiros cumplen la función de aumentar nuestra excitación. Un reciente estudio de la University of Central Lancashire, en Inglaterra, que se realizó con 71 mujeres de 18 a 48 años, demostró que los sonidos que muchas de ellas emitían durante el coito no procedían siempre de la excitación o el orgasmo. Muchas fingían o exageraban para estimular a sus parejas. Un comportamiento ancestral que verificaba otro estudio publicado en LiveScience.com y que mostraba que el 86% de las hembras gimen en el acto sexual para excitar a sus compañeros. Es más, según la misma investigación, muchos machos no podrían llegar a la eyaculación sin esta “melodía” emitida por sus parejas.

Silva Knobloch-Westerwick de la Ohio School of Communication (EE.UU.) llegó a la conclusión de que las mujeres que escuchan canciones “subiditas de tono” piensan en términos de diversión y están más dispuestas a dejarse llevar y pasar un buen rato, según un artículo titulado La música del sexo y publicado en la revista Men’s Health.

El sexólogo Santiago Frago, codirector del Instituto Amaltea, centro especializado en sexología, en Zaragoza, comenta como la música es un elemento importante a nivel terapéutico, cuando se trata de trabajar el erotismo en un plano sensorial. “Da color a los encuentros y tiene una gran capacidad de evocación, de transportarnos a momentos o a escenarios más placenteros”, dice Frago. “Es muy adecuada para personas a las que les cuesta desconectar y dejarse llevar por sus sensaciones. Genera intimidad. El oído es un sentido muy importante a tener en cuenta en el ámbito erótico, y no solo me refiero a la música, sino a las palabras, a lo que se dice mientras practicamos el sexo”, comenta este especialista .[...]

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