Noticia de El País del 19/11/2013
La música es un potente afrodisíaco que aumenta nuestras revoluciones y nos prepara para el sexo. ¿Existe una 'playlist' infalible para no fallar en la cama?
[...] El año pasado Spotify hizo un estudio que encargó al
psicólogo musical Daniel Müllensiefen, titulado Science Behind the Song, y que
tenía como objetivo investigar el importante papel de la música en el sexo y el
enamoramiento. De él salieron algunos datos reveladores como el que decía que
el 40% de los participantes –2.000 personas– encontraban la música más
excitante que el tacto en la relación sexual; otro que apuntaba que la melodía
estimula las mismas zonas de placer en el cerebro que el sexo o la comida; y un
tercero, que clasificaba a las voces roncas y ásperas como las más excitantes.
Spotify quería saber también los gustos de sus oyentes y elaborar una playlist con los temas más
libidinosos. Dirty Dancing resultó ser la banda sonora más votada para hacer el
amor, mientras la canción Sexual Healing, de Marvin Gaye, fue la preferida para
entrar en ambiente. Si se les diera a elegir a algunos entre escuchar música y
echar un polvo, muchos optarían por lo primero, y en la clasificación de
'Canciones mejores que el sexo' se encuentran respectivamente: Bohemian
Rhapsody, de Queen; Sex On Fire, de Kings of Leon; Angels, de Robin Williams;
Bat Out Of Hells, de Meat Loaf y Living On A Prayer, de Bon Jovi.
Música y sexo han formado siempre una buena pareja, hasta el
punto de que algunas melodías, se han basado, única y exclusivamente, en los
sonidos del amor. Je t’aime moi non plus, de Serge Gainsbourg y Jane Birkin, es
considerada por muchos como la canción más erótica de la historia [...] Aunque también hay que hablar de Prince, un músico muy sexual. De hecho, una de
sus canciones, Orgasm, es puro sexo y gemidos en directo”. [...]
Pareciera que el sexo exige siempre una banda sonora y, si
no hay música a nuestro alcance, los susurros, jadeos y suspiros cumplen la
función de aumentar nuestra excitación. Un reciente estudio de la University of
Central Lancashire, en Inglaterra, que se realizó con 71 mujeres de 18 a 48
años, demostró que los sonidos que muchas de ellas emitían durante el coito no
procedían siempre de la excitación o el orgasmo. Muchas fingían o exageraban
para estimular a sus parejas. Un comportamiento ancestral que verificaba otro
estudio publicado en LiveScience.com y que mostraba que el 86% de las hembras
gimen en el acto sexual para excitar a sus compañeros. Es más, según la misma
investigación, muchos machos no podrían llegar a la eyaculación sin esta
“melodía” emitida por sus parejas.
Silva Knobloch-Westerwick de la Ohio School of Communication
(EE.UU.) llegó a la conclusión de que las mujeres que escuchan canciones
“subiditas de tono” piensan en términos de diversión y están más dispuestas a
dejarse llevar y pasar un buen rato, según un artículo titulado La música del
sexo y publicado en la revista Men’s Health.
El sexólogo Santiago Frago, codirector del Instituto
Amaltea, centro especializado en sexología, en Zaragoza, comenta como la música
es un elemento importante a nivel terapéutico, cuando se trata de trabajar el
erotismo en un plano sensorial. “Da color a los encuentros y tiene una gran
capacidad de evocación, de transportarnos a momentos o a escenarios más
placenteros”, dice Frago. “Es muy adecuada para personas a las que les cuesta
desconectar y dejarse llevar por sus sensaciones. Genera intimidad. El oído es
un sentido muy importante a tener en cuenta en el ámbito erótico, y no solo me
refiero a la música, sino a las palabras, a lo que se dice mientras practicamos
el sexo”, comenta este especialista .[...]
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